"El mercado es enorme, mas cuesta plata crearlo y toma años de edificarte a pérdida. Necesitás un inversor en un largo plazo para mantener esas pérdidas hasta tener una compañía que vale mucho, y con Avenida nos quedamos al veinte por ciento de ese camino. Ahora va a depender de la capacidad de atraer nuevos inversores y exactamente en qué medida lo que pasó con Flipkart en India no desanime a todos", completa el asociado de Quasar Ventures, fondo que el día de hoy conserva una participación minoritaria de Avenida.
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En lo inmediato, se dispararon las versiones sobre un cierre de la compañía. Desde Avenida lo niegan, mas reconocen el impacto. "Decidimos reducir la escala del proyecto y el tamaño de nuestra operación", acepta Malek. El paso inicial fue cerrar su depósito en Tortuguitas y desprenderse de alrededor del cincuenta por ciento de su plantel, para quedarse con en torno a cincuenta empleados en actividad. Conforme pudo saber LA NACION, la compañía aceptó los costos de las desvinculaciones.