En una charla con LA NACION en dos mil doce explicó las variaciones que usó para no quedar atrapado en un discute entre derecha y también izquierda en el momento de trazar un plan de seguridad. Dejó entonces una oración interesante: "Creo que primero hay que combatir de forma directa a la violencia y después las condiciones de ilegalidad".
Aunque el proyecto de ley no contemplará particularmente establecer limitaciones para el empleo de motocicletas, la ministra Bullrich espera que la aprobación de una ley con espíritu de frenar a los motochorros va a dar suficiente sustento político para delimitar mecanismos de implementación comunes en todos y cada uno de los distritos.
El Gobierno consiguió este mes un buen respaldo en el Congreso al transformarse en ley otro proyecto desarrollado para recortar el incremento del delito no organizado. La ley de flagrancia fue concebida para que los tribunales puedan tomar resoluciones veloces y se evite el tiempo sin condena que puede favorecer la excarcelación del acusado. Esa figura votada últimamente dejará solucionar en cuarenta días un caso con el sospechoso detenido en exactamente el mismo instante del acto delincuente.
Como los puestos minoristas de venta de droga, los motochorros representan uno de los retos más inmediatos para la seguridad pública. Incremento de penas y controles más intensos aparecen, entonces, entre las contestaciones oficiales.
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